Bitácora de Seijurô Ryôta.

Ok.

https://rolnarutohabbo.forosactivos.net/t449-prototipo-de-bitacora-nueva#1417 Actualiza a la nueva bitácora

Me encontraba en el territorio de Kirigakure, mientras caminaba por las plazoletas de mercado, en eso, me encuentro con una señora que me decía que su gato estaba desaparecido y que la ultima vez que lo vio, fue afuera de la aldea, cerca de un árbol, tenía el pelaje negro y unos ojos amarillentos. Me dediqué a seguirle la pista a este gato, comenzando por los arbustos, luego matorrales y terminando con los árboles, uno de ellos era muy curioso, se movía y eso me hizo pensar de que ese gato estaba ahí. Me subí a dicho árbol para ver si lo encontraba y solo fue un pequeño nido de pájaros que, al final, dejaron toda mi cabeza picoteada.

Me estaba comenzando a dar por vencido, pero, a lo lejos de un lago vi una pequeña silueta muy peculiar, quise seguir el rastro y me acerqué a esta, era nada más ni nada menos que el pequeño gatito, al parecer estaba herido en su patita derecha, lo agarré con cuidado y me lo llevé a la veterinaria de la aldea. Esta curó al gatito y se quedó en perfectas condiciones para entregárselo a su dueña, ella tan feliz, me dio una bolsita con unos cuantos Ryos mientras me decía ''Buen trabajo''.

UNA DE MIS MISIONES "PLAGEADAS" REALIZADAS EN EL 2014 NOJODA COÑO E LA MADRE.
ESTOS MAMAGUEBOS NO TIENEN NI RESPETO.
QUE SE JODAN, Y DE PASO SE QUEJA POR UN HTML LAS DEMÁS MISIONES FUERON BORRADAS PARA QUE NO LAS SIGAN PLAGEANDO.

Como quieras.

Al día siguiente, desde muy temprano los mercados y tiendas abrían sus puertas. En esto Seijuro pasaba cerca de una frutería, mirando con apetito las manzanas. - Eh chico, ¿quieres una? - le decía el dueño de la tienda, sonriente. - Necesito que cuides la tienda si puedes hasta que regrese. A la vuelte te daré 300 ryous y si quieres unas manzanas. - le seguía mirando sonriente, esperando la respuesta del muchacho. Este, como no, accedía a cumplir el cometido y por ello se quedó justo en la puerta de la tienda esperando, de brazos cruzados y con una amplia sonrisa que era habitual en él. El dueño se estaba marchando cuando de pronto se acercaron dos niños a la tienda, mirando con inocencia a Seijuro. - Disculpe.. mi madre me ha traído aquí a por unas naranjas. ¿Podría darme cuatro? - Seijuro le sonreía y preparaba en una bolsa las naranjas, recibiendo el dinero del chaval. El niño se fue feliz dando saltos al cumplir la tarea de su madre. Pasó un largo tiempo y el dueño regresó, y tras una larga conversación por lo que había sucedido este agradeció su labor. Le entregó unas cuantas manzanas y a parte 300 ryos. - Muchas gracias, muchacho. Cuídate. - decía mientras Seijuro se marchaba despidiéndose con el movimiento de su mano.